domingo, 15 de diciembre de 2013

CUENTO DE UN PODER

No había cosa más maravillosa que la pequeña Lucí había logrado en sus pocos años de vida. La idea de poder hacer felices a los demás le hacía todavía más feliz a ella.

Sin embargo su padre no admitía que su hija podía hacer feliz a cualquier persona, sin ganas ya de vivir. Hasta que no viera con sus propios como Lucí hacía a la gente feliz no lo creería.

Un día la madre se encontró a un viajero que había llegado al pueblo, era el hombre mas triste que jamás había visto. Como le dio mucha pena lo llevó a su casa, para que Lucí lo ayudara.
El padre no creía que su hija podía hacer feliz a ese hombre, pero para comprobar si era cierto lo que su hija decía observó con sus propios ojos lo que hacía.
Nada mas que Lucí entró por la puerta sintió tanta tristeza que le cambió la cara por completo, parecía que ese hombre ya no tenía solución, pero rápidamente sonrió y se sentó a su lado para escuchar las grandes tristezas que abundaban en su corazón. Toda su vida pasada fueron pérdidas y problemas, a pesar de sus grandes talentos, como el dibujo y la música, nadie lo valoró, ni lo escuchó. Le habló de lo bueno que hay en la vida, de que siempre hay que pensar en positivo y de que la felicidad de una persona se cultiva día a día.
La niña quedaba cada tarde con aquel hombre, el padre cada vez creía más en la niña y cada día tenia mas esperanza de que lo consiguiera.

Al final lo consiguió, fue gracias a esas tardes que quedaba para cultivar la felicidad del hombre, pero sobretodo fue gracias al apoyo de su padre y la esperanza de que lo consiguiera.
Hizo a todo el mundo de la tierra feliz, ya nunca mas nadie sería infeliz.
El poder de hacer feliz a las personas no es algo que alguien consigue por arte de magia, es algo que se consigue con grandes corazones como los de las personas, con empatía y mucho amor


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