Un día me hiciste un favor,
la desazón me llenaba
abandonada en la calle,
el olor a humedad a otro tiempo me transportaba.
El campo de verdor mis ojos llena,
salto en los charcos;
frío en la cara.
Mi madre me llama para merendar.
Hambre en mi cuerpo,
llegas tú y me acompañas,
rozas mi mano y me alimentas.
Olor a comida caliente,
me quema mi boca,
sacia mi hambre.
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