domingo, 22 de junio de 2014

¡Feliz cumpleaños!

Dicen que el día que naciste 
se combirtió en tu cumpleaños.

Dicen que el día que llegastes
fue un día alegre 
y festivo.

Dicen que hoy es tu día
y que lo disfrutes.

Porque la vida gira y gira,
da vueltas y vueltas.

Cuando me dí cuenta...

¡Ya era mi cumpleaños!

Todo el mundo en este día 
me sonrreirá 
y me querrá.



Los colores

Con el rosa 
me pintas las rosas 
y las fresas.

Con el azul 
me pintas la luz 
del cielo azul 
y del mar. 

Con el amarillo 
me pintas el brillo 
y la llamatividad. 

Con el rojo 
me pintas la pasión 
y el amor. 

Con el verde 
me pintas los prados 
y la esperanza del día a día. 

Con el naranja 
me pintas el sol 
y las naranjas. 

Con el blanco 
me pintas la paz 
y el bienestar. 

Con el negro 
me pintas el terror 
y el desamor. 

Con el plateado 
me pintas las estatuas 
y la plata. 

Con el dorado 
me pintas el oro
 y la alegría. 

Con la vida 
me pintas los colores 
del día a día.




sábado, 21 de junio de 2014

El dolor y la tristeza

Mis ojos se empiezan a llenar de dolor y tristeza, 
de tristeza negra, como la oscuridad.

Una gota de sangre de mi dolor y tristeza cae sin poderla aguantar, 
pero ya es demasiado tarde, porque he empezado a llorar.

Sin desconsuelo lloro y lloro,
y vuelvo a llorar, 
pues en mi la tristeza abunda 
y no lo puedo remediar.

Enfadada estoy por ser como soy 
y que la gente no me quiera por mí misma.

Pero si alguien me quiere alguna vez que me quiera por mí misma, no por la moda y lo que piensan los demás, 
que me quiera tal y como soy, 
con mis defectos y demás, 
porque solo así me querrá 
y me valorará.

 Y si no me quieren estarán cometiendo el error de rechazar a una persona antes de conocerla  
y a mí me perderán.





Tan solo tu mirada...

Tan solo cuando posas esos ojos con sus grandes pestañas y la luz que brilla en ellos contagiada de mi sonrisa blanca.

Haces que mi alma se llene con tu luz,
que mi corazón vuelva a tener ilusión y   
que se enamore como la primera vez, 
que no haya tiempo ni días, todo es igual de bonito.

Tus ojos azules llenos de amor y dulzura hacen que te quiera más,
que vea como eres de verdad, que tu mirada sea intensa en la mía...

Miremos juntos hacia un prado lleno de felicidad.



Y ahora que en mí siento

Y ahora que en mí siento que se me acaba el tiempo,
estando aún en la vida como una florecilla.

Y ahora que en mí siento el viento susurrarme y la vida pasarme.

Y ahora que en mí siento la tristeza y 
la alegría del momento.

Y ahora que en mí siento el tiempo pasar rápido, sin poder disfrutar de los mejores momentos.

Y ahora que siento que se me acaba el tiempo disfrutaré del momento como nunca lo he hecho antes, sin pensar en el tiempo.

Y ahora que en mí siento que se me acaba el tiempo, recordaré esos momentos sin recordar aquel tiempo.



Nunca te podré olvidar

Yo me fui y ella se quedó.

El viento que me llevó ya no volverá,
porque se echo atrás.

Y tu carita de ángel se me podrá olvidar.

Sin corazón ni piedad, sin corazón ni piedad.

No te podré nunca olvidar.

Nunca te podré olvidar,
con esa carita de ángel a quien quiero engañar.

Si yo te amo y mi amor es intenso...

¡Nunca te podré olvidar!



De árbol en árbol

Hay que hubiera pasado si nos hubiéramos quedado dormidos a la vera de un árbol.

Hay que hubiera pasado si en vez de quedarnos dormidos fuéramos acercándonos el uno al otro, de rama en rama.

Hay que hubiera pasado si nos hubiéramos caído o tropezado.

Hay que hubiera pasado si nos hubiéramos perdido entre las hojas.

Hay que hubiera pasado si nos hubiésemos encontrado y tú me engañabas con otro árbol.
No sé lo que hubiera pasado si siguiésemos enamorados.

Si es que tú eras el almendro que florecía todas las primaveras, pero que ya ha dejado de florecer.


Quién pudiera olvidar una amor como se olvida un sueño...

Quién pudiera olvidar un amor como se olvida un sueño.


Como se olvidan esas noches de verano en las que yo era tu luna y tú eras mi sol.

Y tú eras mi sol, el que me daba los buenos días y me despertaba cuando amanecía.

Y yo era tu luna, la que te abrazaba junto al atardecer, que se quedaba contigo para protegerte por las noches.

Si tenías frío yo te daba mi calor con todo mi amor.

Si tus pesadillas te atormentaban te colmaba de hermosos sueños de amor juntos.

Yo soy así y sé que nunca te olvidaré, porque quién pudiera olvidar un amor como se olvida un sueño.